La importancia de los filtros en el automóvil

La importancia de los filtros en el automóvil

Filtro de aire, de aceite, de combustible y de habitáculo. Todos ellos son elementos que se deben cambiar, pues tienen una vida útil determinada. Pero, ¿sabes cuando y por qué hay que cambiarlos? Tiendas Aurgi nos recuerda estos puntos tan importantes sobre los filtros de nuestros coches.

Está claro que la función del filtro es purificar los elementos que los atraviesan. Pero ese trabajo precisamente los desgasta e incluso puede romperlos. Y cuando esto ocurre las impurezas que queríamos eliminar pasan a donde no deben, haciendo inútil su trabajo. Por ello es importante mantenerlos en buena forma, sustituyéndolos cuando el fabricante del vehículo aconseja.
Básicamente los filtros principales y que mas atención requerirán son cuatro: aceite, aire, combustible y habitáculo, también llamado de polen o antipolen.

Filtro de aceite:
El aceite, como dice el ya tópico, es la sangre del motor. Forma una película entre las piezas en movimiento, impidiendo su desgaste prematuro y, con ello, roturas de las mismas. Es importante por ello mantener el aceite limpio y sin partículas en suspensión en él, ya que estas harán precisamente el efecto contrario: aumentar el rozamiento y el desgaste que, en este caso, si no llega romper, si que hará que los consumos de combustible sean superiores e incluso haya una pérdida de potencia importante. Con los kilómetros y el paso del tiempo la posibilidad de que el filtro de aceite este roto aumenta. Y de hecho, sólo con su función de tamiz de aceite sucederá que este se llegue a obstruir, dejando de trabajar correctamente, reduciendo el flujo del aceite en zonas del motor y aumentando la presión del mismo en otras zonas. Es importante, por tanto, cambiarlo cuando el fabricante del coche lo recomienda, aunque desde Aurgi, vista la importancia de este elemento y su bajo coste aconsejan cambiarlo siempre que cambies el aceite: a fin de cuentas, será mejor no mezclar el aceite nuevo con el aceite usado que se encuentra dentro del filtro, que en algunos casos puede ser hasta medio litro de aceite sucio y sin propiedades adecuadas. Por cierto, otra recomendación: aceite y filtro deberían cambiarse al menos una vez al año, aunque no hayas hecho los kilómetros que el fabricante del coche recomienda.

Filtro de aire:
En el aire de las ciudades actuales hay cantidad de polución, como todos sabemos. Entre otros elementos hay partículas de polvo, hollín e incluso partículas metálicas. Todas estas impurezas entrarían en el motor si no hubiese filtro de aire, formando incluso una especie de “lija” entre pistones y cilindros. Por ello, a la entrada de la admisión se coloca este filtro, generalmente construido con espuma o celulosa e incluso en algunos casos con rejillas metálicas. También cuando está muy usado hay que cambiarlo: esas partículas adheridas a la superficie del filtro minimizan la entrada de aire necesario para la combustión; si el motor no puede tirar de suficiente aire limpio, tirará de más combustible. Además, y como con el caso de los filtros de aceite, cuanta más suciedad haya en la superficie del filtro, más suciedad acaba entrando en el motor.
Como norma general debe cambiarse cada dos revisiones o bien, si el fabricante del coche establece otro intervalo, hazle caso. Aún así, revisar su estado cuando pases por el taller será una buena idea: se puede haber roto o, si has circulado por tierra o por ciudad seguro que esta en peor estado de lo que te piensas. Y cambiarlo acaba ahorrando en combustible e, incluso, en averías.

Filtro de combustible:
De gasolina o gasoil, depende de tu coche, como es lógico. En ambos casos su función es similar, pero no igual. Impiden la entrada de impurezas al sistema de alimentación que puedan obstruir la inyección e incluso entrar dentro del motor. Si esto ocurre, lógicamente, se pierde potencia e incluso puede provocar la parada del motor, si los inyectores se atascan. En los motores de gasoil, además, el filtro debe retener la humedad que el gasoil puede contener y que acabaría provocando corrosión en las partes metálicas del sistema.
Los fabricantes de coches suelen aconsejar la sustitución del filtro de gasolina cada 60.000 kilómetros. Pero Aurgi aconseja una intervención mas corta: a los 30.000 kilómetros nos aseguramos de sustituir este importante filtro antes de que lleguen los problemas de obstrucciones y otros. En el caso de los diesel, al tener este un trabajo mayor, si se aconseja casi sierro cambiarlo a los 30.000 kilómetros.

Fuente: www.autofacil.es